Ya ha pasado más de una semana desde tu partida y debo escribir uno de los últimos relatos de este blog. Pensaba cerrarlo, aunque muchos me han pedido que no lo haga. En fin, esta decisión la tomaré más tranquilo y la anunciaré más adelante...
No era como quería que volvieras a casa, sin embargo, llegaste y descansaste en nuestro living, en el mismo rincón donde pasabas horas eternas con tus video juegos. Vino mucha gente hijo, no te imaginas cuanto. A veces ni siquiera podía circular por mi propio hogar. ¿Sabes hijo? Vinieron familiares, amigos. compañeros y ex compañeros. Hasta vinieron de tu colegio y te rindieron un homenaje cantándote el himno del "Reina de Suecia". Vino tanta gente hijo, que no había espacio para dejar flores. Sin embargo, muchas terminaron adornando el jardín, a los pies de un lienzo en tu honor. Muchas terminaron adornando el jardín del Principito Valiente.
Muchos lloraban, pero tambien vinieron algunos a agradecer. Recuerdo a mi amigo Nelson, a quien no lo veía de la Universidad, quién me indicó que gracias a tu ejemplo y lo publicado en este blog, decidió dar el paso y le entregó uno de sus riñones a su esposa y gracias a Dios, están bien. Otra persona que nadie de mis cercanos conoce, supo de ti por este medio y al saber que has partido quedó desconsolada y vino a saludar y agradecer por el ejemplo de valentía y lucha que has brindado y que lo hace enfrentar el mundo de manera diferente.
Pasada las 15 horas del 27 de agosto, una caravana de autos te escoltó hacia el lugar de tu descanso eterno. Era impresionante la cantidad de autos y camionetas que te acompañaban. Pasamos por fuera de la casa de Rebeca Matte y todo el trayecto estaba adornado con globos homenajeando tu presencia. La mayoría salió de sus casa y te adornaron con pétalos, carteles y un gran aplauso.
Luego pasamos frente a la casa de Calcuta, la que te habitó el 90% de tu existencia. La despedida fue similar a la anterior. La emoción y los recuerdos llenaban nuestra mente y corazones.
Posteriormente, fue el turno de tu colegio. Déjame decirte hijo que era indescriptible las emociones vivida ahí. Había mucha gente, estaba casi todo el colegio. Muchos portaban carteles diciéndote: Fuerza Francisco, Adios Francisco, Adios Principito Valiente, etc, etc, etc. Los niños te aclamaban, te aplaudían, se emocionaban, te agradecían, hasta te cantaron el Cumpleaño Feliz.
Luego, enfilamos rumbo al cementerio ¿Sabes? Luego de unos días supimos que la frecuencia de siete minutos de la micro del Transantiago N° 428 que circula por Vespucio, se atrasó cuarenta minutos. Todo producto de la cantidad de vehículos que te acompañaba..
Llegamos a las 15:50. Fue buena hora para ordenar a la gente, ya que habían muchos que te esperaban allá. Sin embargo, te bajamos a las 16:00 horas, como estaba estipulado.
Sabes hijo, habían alumnos y compañeros de mi trabajo. Sí, del mismo lugar que te gustaba tanto y que deseabas volver. Tuviste una despedida con distinción. Tu ataúd lo adornaba un manto dorado y sobre él se encontraba tu disfraz del Gato con Botas. Muchos niños fueron disfrazados y la Princesita valiente, junto a tus hermanos primos encabezaban la fila al toque de campanas. Tu andar era escoltado por alumnos de la Banda de Guerra del Colegio Industrial las Nieves de La Protectora de La Infancia, quienes marchaban marcial y respetuosamente.
Lo que se vivió en forma posterior no puedo relatarlo en detalles. Fue demasiado sobrecogedor para nosotros. te indicaré eso sí que hubo un responso; que te despidió Gigi Martin; que habló tu tío Claudio y posteriormente yo. Además, unos niños del Reina de Suecia al pie de tu ataúd te entonaron "El rin del Angelito".
Finalmente, silencio. El sonar de una trompeta anunciaba lo inevitable, hijo. Silencio.... Quien dirigía la despedida me miraba, pero yo no me atrevía a hacerlo.... Silencio... le hablé a mi señora... Tomé a mi hija... y di la señal... Silencio... Luego se escuchó aquella canción que te gustaba tanto "Ángel para Un Final" y también "Llegaremos a Tiempo". Mientra eso sucedía lentamente descendías y ciento de globos azules y blancos se elevaron a los cielos... Hubo mucho llanto, hijo, de adultos y especialmente de los niños. Eres muy importante para mucha gente. Tu partida es muy dolorosa, pero entiendo que tenías una misión y que ya necesitabas descansar.
Cristian, el hijo de tu tío Eduardo y de tu tía Maritza no entendía porqué lloraban tanto, pues piensa que tú estás feliz pues eres un príncipe que tomó su nave de madera para ir a los cielos. Me quedo con eso hijo. Así lo dije en tu despedida. Recordé cuando me indicabas que los niños no deben tener muchas responsabilidades, que deben jugar; recordé cuando señalabas que no podías dormir en el hospital pues un niño estaba llorando. Recordé tantas cosas hijo y te extraño tanto, tanto que ni siquiera puedo terminar este relato, ni siquiera me atrevía a escribirlo para evitar lo que ahora me está sucediendo, el llanto.
Hijo mío, sé feliz, vuela alto, alto; pero ven a visitarme. Te necesito; no sabes cuanto. Te extraño demasiado y hay mucho dolor en mi corazón. Hijo mío recuerda lo que te dije: Busca la Paz y la Tranquilidad. Si puedes habla con Dios, pídele por aquellos niños que sufren y en especial por aquellos que sufren de cáncer, ya que tú te has convertido en algo más importante que un Principito Valiente, te has transformado en "El Angelito de los Niños".
Te amo, hijo mío, más que mi propia vida.
Tu padre.
PD. ¡¡¡¡FRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNN!!!
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Que grande eres Luis, no me imagino el dolor que debe tener tu corazon,Se paciente contigo mismo. Encontraras el camino para sobreponerte a la intensidad del profundo dolor inicial, y
ResponderEliminardescubrirás con el tiempo que sufrirás con menos frecuencia de esas oleadas de extremo dolor y tristeza. Dios te dará fortaleza para sobreponerte y dedisfrutar nuevamente de las cosas buenas que te quedan en tu vida.
Tu amigo que te quiere
Mauricio