Francisco:
No sé que sucede que este blog no lo puedo cerrar. No sé si leer estos escritos me hará bien, debido a que cada palabra es rememorar un dolor inmenso, tu partida. Además, muchos quienes han leído estas entradas han brotado más de alguna lágrima. Sin embargo, Fran, el escribirte por este medio es como sentir que no te has ido y no sé por qué, pero tengo la certeza que te encargarás de leer estas líneas.
Siempre agosto fue especial para mi, entendiendo que el 28 estoy de cumpleaños. Recuerdo como bromeaba recordándoselos a ustedes. Sin embargo, desde el año pasado dejó de ser un mes de alegría, para pasar a ser un mes de mucho dolor.
Cada vez falta menos para el 25, fecha en el cual se conmemora un año de tu partida. Fíjate bien que dije "conmemora" porque no faltará aquella persona que indique se celebra un año o es el aniversario de tu muerte. En primer lugar, no hay nada que celebrar (parece que ya escucho a los religiosos que me indican que se celebra tu encuentro con Dios). En segundo lugar, no me gusta la palabra muerte, mejor usar fallecimiento o bien partida; ya que mientras haya alguien en este mundo que te recuerde, mientras haya alguien que siga tu ejemplo, tú, hijo mío estarás vivo.
Resulta inevitable, mi Principito Valiente, no recordar en qué estábamos hace un año atrás, a esta misma fecha. Es inevitable y a medida que se acerca el 25, el pecho se me aprieta cada vez más.
Hace un año se te seguía aplicando el IDA FLAG, nosotros teníamos la seguridad que resultaría y mientras tú luchabas, paralelamente nosotros también lo hacíamos. En mi trabajo se preparaba un evento, la familia otros y con tu tío Claudio participábamos de reuniones tras reuniones y en la noche, cuando llegaba del hospital junto a tu madre, planificábamos lo del siguiente día, lo de la próxima semana y lo del mes. Nada podía fallar. Como nos darías ese breve tiempo en remisión, era nuestra labor poder tener listo el transplante.
Tu tío Claudio pasó a transformarse en un hermano más para mí, hermandad que perdura hasta el día de hoy. Ese fue otro gran legado que nos dejaste: "Unir a la familia". Es curioso hijo, pero he aprendido que hay una gran diferencia entre lo que consideras "Familia" con los que consideras "Familiares", creo que la descripción no te la escribiré, pues como de seguro alguien más leerá este escrito, no quiero herir susceptibilidades."Estoy muy orgulloso Francisco de nuestra Familia, pero no así de algunos familiares".
¿Sabes Fran? La comunidad Principito Valiente ha seguido creciendo y este 17 de agosto celebraremos el día del niño, evento en el que estoy seguro estarás con nosotros. Te volveré a ver Francisco, te volveré a sentir en los rostros y gestos de estos hermosos niños. lamentablemente, hijo, nuestra comunidad se vio apesadumbrada, debido a la partida de Valentina, por quien pedimos mucho. Sé que ya la has acogido y que juegan juntos y son todos muy felices, tanto como te escribí ese día.
He pensado cada día en ti. En cuanto luchabas, en cuanto sufrías. Tengo grabado tu rostro, tu risa, tu llanto, tus gritos. Junto a Camila y Matilda, me han hecho ser un padre muy orgulloso que habla con la frente en alto y el pecho inflado de sus hijos. Pero te extraño, Fran. extraño caminar contigo y tomat tu mano pequeñita. Te extraño, hijo. Extraño el sentirme un ser protector hacia ti. Hoy me puse muy triste, pues recordé cuando te tranquilizaba y te decía "Mientras estemos nosotros nada malo te pasará" o cuando te repetía a cada instante "Te vas a mejorar, te vas a mejorar". Perdón hijo, con toda la fe que tengo; con haber ofrecido mi vida a Dios; con haber llegado a la Televisión o hasta estamentos gubernamentales, no te pude salvar. No pude lograr que te quedaras con nosotros. No pude cumplir mi promesa y eso me duele demasiado. Hoy analizaba que desde que llegaste a nosotros, nunca te faltó nada. Recibiste amor a raudales, disfrutaste tanto de tu sueño infantil. te di todo, Fran, todo. Pero no pude darte algo muy preciado, Salud y más vida.
Es muy difícil encontrar explicación a todo. Sólo se puede sentir tu ausencia y vivir con el dolor y la seguridad que estas bien. Que junto a tu hermana y tantos que han partido, disfrutan del tiempo, la paz y la alegría infinita. Por favor, eso sí, dile a Dios que nos proteja, especialmente a tu hermana, tu madre y tus hermanos primos, dile por favor que no queremos más este tipo de sufrimiento, que eso es muy cruel. Que queremos paz y tranquilidad. Ayúdame hijo, a ayudar a tantos niños y familias que sufren. ¿Recuerdas cuando en tu despedida te dije que a partir de ahora sería "El principito Valiente, El Angelito de los Niños"? Se ha cumplido, hijo, se ha cumplido. Eres una luz que me guía para encontrar las palabras precisas para aliviar un poco el dolor de algunos y cubrir en algo las necesidades de otros.
Hijo, ayúdame a soportar estos días difíciles. Ayuda a nuestra familia. Danos la tranquilidad por favor. Será muy duro, ya lo es. Pensé que no podría vivir con este dolor. No me equivoqué, pues no se vive, se sobrevive.
Francisco Zúñiga, Principito Valiente, ayúdame a soportar estas palabras como "Fuerza" . "Dios sabe por qué hace las cosas", "Estas pruebas las manda Dios a quienes puede soportarlos", "Debes alegrarte pues tienes un angelito en el cielo" etc. Está claro, muchos quieren estar con uno y no encuentran que decir y a veces esas palabras resultan crueles. Ayúdame a recibir un gesto hermoso: Un te quiero, un abrazo apretado, etc. Ah y que no me digan "Feliz cumpleaños".
¿Cuando me vendrás a ver Fran? ¿Cuando te volveré a sentir? ¿Cuándo te escucharé decir Hola Papi? ¿Cuando nuevamente volveré a ser feliz al saber que estamos todos juntos? ¿Cuando dejaré de entristecerme al despertar y darme cuenta que no estoy viviendo una pesadilla que es real?
Hijo, hay una promesa que no alcanzaré a cumplir, pero para el próximo año sí. Te quiero, como quiero a todos mis hijos. Te amo, con la verdadera y pura esencia del verdadero amor.Un minuto, hijo, sólo un minuto para poder sentirte y seguir mi camino más tranquilo. Cuanto deseo un minuto más para yenerte frente a mí. Fran, concédeme ese minuto, tan sólo un minuto y yo me encargaré de transformarlo en tiempo eterno.
Luis Zúñiga S.
"Tu orgulloso padre"
PD. Ven, hijo, ven....
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